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El legado ecologista de San Francisco de Asís

Septiembre 03, 2018 799

La ecología, tan tristemente célebre en nuestros días, tuvo a su primer y más fiel defensor en San Francisco. Precursor en éste tema, nos enseñó cuán importante es el respeto a la vida que ha venido de Dios mismo.

No conocía la palabra ecología, sin embargo, si conocía la raíz profunda y el verdadero significado de ella, ya que Francisco de Asís se convirtió en el primer hombre occidental preocupado por el equilibrio entre animales, plantas y seres humanos.

Fue el primer humano que se concibió a sí mismo en relación con todas las cosas creadas; sabía que no importa cuán diferentes seamos, todos somos criaturas de Dios. La visión fraterna de Francisco no incluía únicamente a los seres humanos, sino a toda la realidad animada e inanimada.

Su visión, relacionada con una creación comunitaria y expansiva, fue capturada poéticamente en su llamado “Cántico del Hermano Sol”, escrito en el período comprendido entre el verano de 1226 y la fecha de su muerte, el 4 de octubre de 1226.

Para él, todas las criaturas están unidas en un solo coro de alabanza al Creador, es el primer poema escrito en italiano y fue considerado por Dante como una de las más grandes obras de la literatura italiana.

Su lenguaje, mediante el cual llama a cada uno de los elementos de la creación hermano y hermana no es simplemente un exceso poético. Sentía compartir algo con todas las criaturas. Para él, todas las cosas eran hijas de Dios, y como tales, debía respetar su vida, su existencia, pues eran un regalo del Creador sin las cuales el hombre no podía sobrevivir.

Sentía un profundo respeto y admiración por todo lo que hallaba en la naturaleza: desde un simple escarabajo hasta el astro rey. Especial cuidado y respeto le merecían las cosas más pequeñitas. Jamás mataba a un insecto, ni utilizaba de la naturaleza sin necesidad. Al hacer esto, no glorificaba a las cosas per se, sino a su Creador.

Francisco reconoció que las criaturas de Dios tenían una interdependencia, y que romper los lazos que las unen es una grave falta. Tal vez en sus tiempos, todas estas ideas sonaban a locura. Sin embargo el Santo se adelantó 800 años.

Hoy el mundo está en verdadero peligro: las selvas amazónicas disminuyen cada día, los desechos industriales han dañado severamente a la tierra misma, nuestro uso de substancias químicas mata cada día a más especies de animales y plantas.

Hoy su legado puede salvar a nuestro planeta. Su herencia es enseñarnos a amar a todas las cosas, a los animales, a las montañas, a las flores. Su legado ecologista consiste en enseñarnos que debemos re-pensar nuestro lugar en el orden creado, de modo que el bienestar humano está integrado en el bienestar de todas las cosas (medio ambiente).

Para San Francisco (1182-1226), fue vital entender la relación entre la humanidad y toda la creación. La visión franciscana ayuda a observar la vida como un gran regalo. Si podemos ser humildes como él, y entender que el mundo no nos pertenece solamente a los humanos, tomaremos nuestro lugar como una parte, y solo una parte, de la gran comunidad de la Creación.

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