Es importante que el paciente habituado a tratarse con esta forma terapéutica sepa auto-observarse y definir síntomas raros, peculiares y característicos que lo individualizan, ya que con ello se logra una respuesta terapéutica más pronta y efectiva y con menos consultas de por medio.

Algunos simples ejemplos servirán de guía:

Pacientes que sufren de calor en sus pies y necesitan descalzarse, ante el diagnóstico diferencial de una Rinitis pueden requerir un medicamento llamado Pulsatilla. Otros pacientes con la misma Rinitis desde el punto de vista clínico, si manifiestan tener deseo de comer cosas frías e inclusive deseo de helados, necesitarán Phosphorus.

Pacientes que sufren de ataques de pánico e inquietud, si no toleran ser observados por otras personas, pueden requerir Arsenicum Album. Otros pacientes con el mismo ataque de pánico, que no toleran las alturas y refieren sufrir de vértigo, pueden necesitar el remedio llamado Argentum Nitricum.

Pacientes que tienen un Eccema y desean comer huevo duro como preferencia alimenticia requieren el remedio Calcárea Carbónica. Otro paciente que presente el mismo Eccema pero refiera deseos de comer jamón crudo necesitará el remedio homeopático Mezereum.

Muchos más pueden ser los ejemplos, lo importante es saber describirle al médico Homeópata estos síntomas clave o raros. Muchas veces pueden ser la diferencia entre el remedio exacto para curar o mejorar considerablemente o el errar en la prescripción y no obtener los éxitos terapéuticos deseados.

Como corolario a lo descripto: el paciente debe ser un colaborador y contarle al médico hasta los síntomas más raros; en Homeopatía son considerados la llave del éxito en el tratamiento.

Dr. Marcelo Nasberg