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A mediados de 1969 el hombre viajó a la Luna. La razón primordial de ese viaje fue política: EEUU demostraba su superioridad sobre la URSS.
Pero toda la ciencia puesta en práctica trajo mejoras y progresos en las comunicaciones, visión satelital, radares, conocimiento de elementos sólidos y gaseosos que existen fuera de la atmósfera, origen y formación de planetas y satélites, técnicas médicas, climatología, etc. que, al decir de los entendidos, se hubiesen conseguido sin necesidad de tener que llegar a pisar la Luna.
Hoy se habla de todo lo que se está haciendo para viajar a Marte. Las condiciones de supervivencia son mucho más exigentes que en la Luna. La gravitación es 3.7m/s2 mientras que en la Tierra es 9,8m/s2. La distancia a Marte es de 55 millones de kilómetros. El viaje es muy largo y requiere muchos suministros, combustible y protección de las radiaciones. La nave no pesaría menos de 1.250 toneladas. Ningún ser viviente terrestre, vegetal o animal podría sobrevivir, sufrirían una metamorfosis radical para adaptarse a las condiciones Marcianas. No hay nada parecido a la Tierra y lo peor de todo, es que hoy por hoy, no existe la nave necesaria como para hacer el viaje de ida y vuelta. O sea que los viajeros, van y mueren en el lugar. Obviamente que todo es infinitamente más caro y complicado que el viaje a nuestro satélite. No obstante, se planea, se estudia y se invierte enormes cantidades de dinero.
Muchos piensan que todo lo que se puede saber de Marte se podría conocer usando robots, sin necesidad de la presencia humana en el lugar. La pregunta que podríamos formular es para que o por que se pretende enviar a un ser humano donde no puede sobrevivir y donde podría ser remplazado por una máquina. Muy distinto fueron los viajes de Marco Polo o de Cristóbal Colón que representaron para todo el mundo una evolución geográfica y cultural muy grande, aunque también en aquel entonces existieron razones políticas y económicas muy fuertes.
Parecería mucho más entendible si todo se hace usando a Marte como una base satelital o algo similar. Mandar un robot para que tome muestras del medio ambiente y las retorne a la tierra para estudiarlas a fin de entender su posible origen y formación del Universo. Pero mandar a humanos a morir en ese mundo tan distinto no parece tener ninguna lógica, a no ser que existan otros intereses que desconocemos.
Si todo es como se dice y no hay objetivos superiores, (que por alguna razón no es conveniente divulgar), parecería obvio que antes de pensar en ir a un lugar totalmente agresivo, inhóspito sin nada que responda a las necesidades de la vida terrestre, sería más lógico pensar en vivir en plenitud en nuestro planeta hasta que el Sol se apague.
Todos sabemos que si nada cambia a corto plazo la humanidad tendrá extremas dificultades para la supervivencia y la autodestrucción no es una fantasía sino una realidad a muy corto plazo.
- Sabemos de la contaminación del medio ambiente.
- Sabemos que el petróleo es un recurso básico no renovable, contaminante y próximo a agotarse.
- Sabemos que la población aumenta exponencialmente. En los últimos 200 años de 1.000 millones a 7.000 millones. En el 2050, 9.660 millones y en el 2.100, 16.000 millones.
Y también sabemos que no se necesita grandes esfuerzos para no contaminar, para desarrollar la energía renovable y controlar la natalidad, de tal forma que podamos vivir en armonía, respetando el equilibrio de la Naturaleza. Esto es mucho más hermoso y simple que ir a vivir a un mundo que no tiene nada de lo que necesitamos y que nos obligaría a transformarnos en “monstruos” marcianos.
Yo voto por el desarrollo máximo de la ciencia y la técnica, pero con los pies sobre la Tierra, porque es, hoy por hoy, el mejor lugar donde podemos estar.
Arq. Eduardo Cavallaro