hacia la ecología, la salud natural y el conocimiento
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Como expusimos en notas anteriores, descubrirse a sí mismo, es una experiencia silenciosa “sin filosofías, ni éxtasis psicodélicos”, es despertar una nueva clase de Atención que no está solo al servicio de la vida exterior sino también a explorar y responder al “propio deseo del Ser”.
Es necesaria una práctica simple y sencilla con otros que busquen y anhelen esta manera nueva y renovada de experimentar la vida. La homeopatía que ejerzo favorece este cambio pero solo una práctica consciente e intencional es capaz de un verdadero cambio en la dirección no solo a la Salud, sino del Bienestar y el Autoconocimiento. El malestar y la enfermedad son el resultado de un consumo innecesario de nuestras energías emocionales y mentales. El 90% del glucógeno consumido por el cerebro es debido a nuestros movimientos automáticos mentales, como enojos, ensoñaciones, estados emocionales altisonantes, ideaciones sin objetivos claros, pensamientos ilusorios acorde a los deseos del momento y que nunca terminan de satisfacer nuestro “hambre de felicidad”. Nuestras tensiones físicas reflejan todo este movimiento en nuestro imaginario mental. Es necesario restablecer un nuevo orden en el campo vital de nuestro mundo interior, no solo con ciertos ejercicios, y prácticas médicas idóneas, sino también “reorientar conscientemente” el flujo de nuestra Fuerza Vital, re-integrándola al cuerpo “físico y eseral”, el cual sostiene la propia Presencia. El organismo resulta un instrumento maravilloso para equilibrar e incrementar la energía vital. Recibimos del Sol (energía termodinámica), del aire (Prana), y de la alimentación oral, nutrientes para nuestra constitución física. Todo lo cual permite una vida saludable. Pero para disfrutarlo, es decir tener la sensación de “bienestar”( distinto al placer) necesito acceder a un contacto real y no mental con el cuerpo. En verdad es una experiencia poco explorada y vivida. Cuando aprendo a soltarme en “mi propio asiento”, es decir asentarme en la sensación más básica que sostiene la experiencia silenciosa y consciente de “mi”, es cuando descubro el sabor no solo del bienestar, sino al mismo tiempo la experiencia viviente de mismo, sin interferencias ni ruidos del inestable mundo emocional.
Es decir, darme cuenta no solo de los movimientos exteriores que responden a las exigencias de la vida, sino permitirme en ciertos momentos, “aflojarme, distenderme y soltarme”, en el silencio vivo y experiencial del propio “Ser”. En la próxima nota desarrollaremos la importancia crucial de este concepto para descubrirme en una relación justa con el mundo al mismo tiempo que acceder a la propia presencia.
Nuestros talleres de SENSOPERCEPCION proponen una práctica simple para aquellos que anhelen experienciar el vislumbre del propio mundo interior. No hay límites de edad, solo ropa cómoda, en encuentros semanales a coordinar y con entrevista previa.
Dr. Fernando Soloeta
(Medico Homeópata)
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